Licenciatura en Tecnología Educativa - Epistemología de la Educación
Profesor: Dr. José Luis Lens Fernández

Alumnos:
Analía Quiroga, Ma. Gabriela De Fortis, Ma. Alejandra Parada, Marisa Rodeiro, Ma. Alejandra Paez

Trabajo Práctico Integrador N° 1

Las nuevas tecnologías y la cultura escolar



Miradas personales


Desde hace mas de 15 años  trabajo en un proyecto de inclusión de la informática, denominada así en aquel tiempo, en la tarea diaria de las escuelas públicas primarias.
El rol de ambos docentes, de grado y de informática ha cambiado a lo largo del tiempo, en primer momento era el docente de informática el que se hacia cargo de la clase pero con el apoyo del docente de grado indicando los contenidos del diseño que se debian trabajar, ya que la computadora era utilizada como un recurso para la actividad planificada por el docente de grado. 
Con el transcurso de los años, en la actualidad, la incorporación de las tecnologías y de la información y comunicación (Tic) han tomado un papel importante, no es solo el uso de la computadora, sino también de distintas herramientas como: la pizarra digital interactiva, cámara digital, celulares, videos, etc.,pero no dejan de ser utilizadas como un recurso de la misma manera que la anterior "informática" . Los roles de ambos docentes han sufrido modificaciones, ya que el docente de grado es el que toma mas relevancia y el docente de informática actúa como facilitador del trabajo en las aulas, capacitando y asesorando a los docentes de grado.
Es necesario reposicionar al docente como mediador de los procesos educativos, ya que los jóvenes requieren ser guiados para lograr producciones con sentido crítico y creativo. Para ello es importante la conformación de equipos de trabajo integrados por parejas técnico-pedagógicas entre ambos docentes.
Desde mi posición como facilitadora de tecnologías, con una base profesional-técnico-pedagógico de las Tic, es crear un vínculo de confianza y seguridad con los docentes de grados, formando así una verdadera pareja pedagógica, para fortificar y afianzar la incorporación de las Tic en lo cotidiano, sin dejar de lado la tarea docente habitual. Las tecnologías deben se usadas como un recurso, como una herramienta y aprovechar el  máximo de sus posiblidades.
Por otro lado, los desafíos tecnológicos alcanzan a la vida cotidiana de las escuelas. Para muchos niños/jóvenes de nuestra sociedad actual, el lenguaje tecnológico se va naturalizando obligando a docentes y a las prácticas pedagógicas a nutrirse de nuevos recursos y soportes que forman aprendizajes significativos.
Es importante que el docente tenga una actitud innovadora, donde la posición del alumno frente a las tecnologías nos sirva para ir construyendo entre ambos un vínculo, un diálogo y un proceso enseñanza-aprendizaje, donde los dos sean protagonistas y actores en el uso de las Tic.
Los docentes debemos ahondar en nuestro mundo interior que ante todo debemos formar seres humanos diferentes para un mundo actual diferente.
Ma. Alejandra Paez





Reflexionando...

Leyendo el material aportado por la cátedra, más lo investigado entre los colegas que conformamos este grupo , escuchando conferencias, mirando videos, presentaciones y películas, hablando con compañeros de trabajo de las distintas escuelas, con las familias de los compañeros de colegio de nuestros hijos me pregunto: si a tantos nos preocupa la situación actual de la educación ¿por qué es tan difícil llevar adelante una “revolución”?¿ por qué la suma de voluntades no alcanza?¿ por qué los informes hablan de la poca evolución que ha habido a nivel mundial del sistema educativo en doscientos años?

No me resigno a pensar en términos de decisiones políticas en niveles superiores, o en razones económicas mientras nosotros, los docentes… ¿seguimos esperando?.


Desde el aula insisto y seguiré insistiendo en iniciar mi revolución, mi “pequeña innovación” al decir de Rosa María Torres. Coincido en parte con la autora que las innovaciones sin las grandes reformas políticas propuestas desde el estado no pueden producir cambios trascendentes. Pero necesito seguir intentando para tener coherencia entre lo que creo y mi práctica. Soy parte del sistema educativo y por ende uno debe cumplir con las reglas que este impone. Sería una ilusa si pretendiera cambiar “la matriz histórica cultural del sistema educativo tradicional”. Hay cuestiones inmodificables desde lo personal; como la estructura edilicia y burocrática de la escuela, pero sí podemos desde el lugar de “ personal de ejecución”, ser flexibles, creativos y no ver en contenidos impuestos limitaciones (siempre son bienvenidas las “adaptaciones curriculares”), o tomar distancia de nuestra práctica y repensarla junto con los otros docentes de la institución, podemos formarnos, comprometernos (a pesar que el sistema no nos facilite ni los medios, ni el tiempo).

Como hemos visto en clase, culturalmente la escuela ha sido un lugar donde se pretendió, a través de las prácticas pedagógicas, manipular, reproducir modelos y disciplinar a la sociedad. En la actualidad, con el desplazamiento de “estas funciones” a los medios de comunicación, los maestros, tenemos la oportunidad de repensar y recuperar el sentido crítico y creativo que debería tener la educación. No es tarea fácil.

Es mucho mas sencillo y cómodo escudarse en la imposibilidad de salirse de las estructuras que aventurarse e intentar una micro “innovación”.
Y los métodos…he aquí una posibilidad que no deberíamos dejar pasar:
el modelo 1 a 1.

Coincido con los autores que ven en esta inclusión intereses económicos y políticos de diversos sectores a quienes poco importa la educación como una forma de liberación de las personas. Creo que es una imposición mal implementada, casi improvisada, apurada por los tiempos electorales.

Pero, más allá de ellos, es una realidad: en la Ciudad de Buenos Aires, antes de fin de año, cada niño tendrá en la escuela una computadora y muchos tendrán también un maestro que no sabrá que hacer con ella!!

Desde el discurso oficial, la incorporación de las netbooks “mejorará la calidad de la educación”, “ayudará a superar la brecha digital”, “será un instrumento de igualdad” brindará oportunidades a sectores sociales desfavorecidos”, etc etc

Ellos, con la mirada en el telescopio… prometen y, como dice Torres:…”pueden perder de vista a las personas de carne y hueso que aparecen como estadísticas y metas” 
Nosotros, con la mirada en el microscopio, a veces “…no alcanzamos a ver más allá del aula, escuela, barrio o localidad…y consideramos ajena la política educativa y la posibilidad misma de contribuir desde lo nuestro al desarrollo y al cambio de la educación.
En manos de muchos de nosotros esta mostrar a los maestros la potencialidad que tienen estas herramientas,  para cambiar  los métodos y también  los contenidos.
Algunos ya estamos embarcados en esta tarea, trabajando con docentes, tratando de superar el mágico y prometedor “tecnologicismo” y por otro lado enfrentarnos al “escepticismo extremo” de otros a partir de generar espacios de trabajo para acordar, articular y resolver problemáticas  que surgen partir de  la inclusión de las Tics en la labor pedagógica.

Sumado a esto, algunas ideas, para comenzar  a superar la idea del “tecnologicismo” en la escuela,  que se da mas a nivel mediático que en el “imaginario docente”, podrían ser.

  • Que todos los docentes de una institución trabajen en forma colaborativa la adecuación de los contenidos establecidos a los intereses y necesidades de los alumnos y a la realidad del contexto social de la comunidad en que se encuentra la escuela
  • Involucrar a las familias en este nuevo camino que en breve comenzaremos a transitar
  • Dar al alumno mas protagonismo, recuperar sus saberes previos y partir de ellos para llegar a los objetivos propuestos…

La necesidad de cambiar los contenidos es innegable… pero esto implica una decisión política que nosotros podemos reclamar o sugerir desde nuestro humilde lugar.
Como mencionamos antes, sí está en nuestras manos adaptarlos, pararnos desde un lugar critico y ser creativos para sin incumplir el diseño curricular, poder llegar a las necesidades e intereses de los alumnos. teniendo en claro nuestros objetivos para poder defenderlos en caso de ser cuestionados


Marisa Rodeiro 


La transformación es posible.


  Si bien desde hace tiempo la Educación, la Escuela como institución y sus integrantes se mueven entorno a los cambios políticos, históricos y sociales; considero que siempre va algunos pasos por detrás de la realidad y las características de educadores y educandos. Siempre se ha hablado del cambio pasando del conductismo al constructivismo, dentro del constructivismo las discusiones de implementar o no tecnologías. Así, y sintiendónos participes de un momento crítico en la educación es que iniciamos este trabajo de blog. Nos encontramos con idealistas, innovadores y propuestas teóricas que aún no tienen lugar en la nueva escuela.

   La llegada de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información incluyendo el uso de la computadora revolucionó y actualmente es un tema de criticas, de rechazos, de sobre dimensionalización de su uso.

  Hace unos días asistí a las jornadas que desarrollaba la Fundación Sadosky, allí tuve la experiencia de escuchar y ver las experiencias que científicos que hace 50 años luchaban por una mejor calidad educativa. Manuel Sadosky creó la Institución del cálculo y trabajó para traer la primera computadora a la Argentina. Aparecieron nombres como: Oscar Varsavsky, Ernesto García Camarero, Horacio Reggini, entre otros . Rescato a los dos últimos quienes expusieron sus experiencias pioneras con la computación y nos dejaron como mensaje que: "las computadoras deben considerarse como un medio expresivo para la creación" "no quedarnos con lo que se hizo en el pasado sino incursionar en lo que se puede llegar a hacer en el futuro".

  No es tarea fácil implementarlas, no es fácil motivar a los estudiantes sabiendo que está atiborrados de información multimedial, ni de llegar a ellos a través de sus intereses; y menos fácil es luchar contra un sistema estructurado. Sin embargo, ¿la pequeña lucha de aula es valiosa?¿somos barquillos a la deriva sin horizonte a la vista?... de acuerdo a mi experiencia de casi 15 años de docencia estoy en condiciones de afirmar que vale la pena apostar al cambio aunque sea con un pequeño grupo de estudiantes. Siempre tuve en claro que al finalizar un ciclo lectivo conmigo, todo grupo (en los distintos niveles y tipos de organización) debían salir con las herramientas que les permitan en su tarea fuera de la escuela: razonar, desempeñarse activamente y tomar de otros lo que le sirva para seguir creciendo como persona, sin perder la facultad de dialogar y criticar constructivamente aquellas situaciones en las que se sienta movilizado.

  Considero que todo trabajo educativo en principio se concibe con docentes abiertos a la innovación, tanto metodológica como tecnológica, contenidos acordes a la realidad social y del contexto de la escuela y su comunidad, y finalmente con estudiantes activos, creativos que transformarán sus saberes previos con la construcción de nuevos conocimientos y formas de razonar. Entre estos tres elementos (docentes, contenidos claros y estudiantes) se construye el aprendizaje con significado y con el valor de otorgar las herramientas suficientes para desempeñarse en la sociedad real. Las tecnologías de la información y la comunicación son recursos que deben acompañar al crecimiento y desarrollo de un futuro mejor, de lo contrario su escolarización se remitirá al mero uso de un electrodoméstico de moda. 

  El uso de la tecnología dependerá del objetivo claro que se haya marcado y siempre usado como recurso didáctico tendientes a que el estudiante produzca su pensamiento y establezca conclusiones respecto de la realidad planteada.

  No hay recetas para desempeñarse como educador ni para aplicar metodologías, si hay ganas de transformar una realidad que nos manipula, nos tiende a aplacar , a convertir en seres pasivos. Por ello concluyo que no está demás actuar en función de pretender  lograr el cambio. ¿Si yo no comienzo el cambio, quién lo hará por mí?

María Gabriela De Fortis












Mi postura crítica sobre la realidad…




Desde mediados del siglo XX las sociedades avanzadas transitan el paso de una sociedad industria a una sociedad informacional globalizada caracterizada por la libre circulación de flujos materiales y económicos, en donde la información, las comunicaciones y las habilidades relacionadas con ellas constituyen el bien sobre el que se estructura el entramado económico mundial.
Gracias a la convergencia de las comunicaciones y la informática, en las últimas décadas se afianzo un mercado económico y financiero mundial a partir de una producción que se desliga del arraigo territorial. A este proceso se lo denomina globalización.
La globalización tiene efectos de uniformización cultural tantos niños y niñas y jóvenes de las regiones más disímiles del planeta están expuestos a una oferta de ropa, música, vivida, juguetes, filmes, “looks”, referentes y tecnologías similares que, de la mano de los medios de comunicación, se imponen como símbolos de lo que significa “ser” niño, niñas y jóvenes en la actualidad. Es evidente la influencia que las tecnologías digitales y audiovisuales tienen en diversos aspectos de la vida cotidiana de las personas.
En la actualidad, vemos que los medios de comunicación masiva han desplazado notoriamente a la escuela del objetivo primordial con que fue creada. Hoy no tiene el lugar central del conocimiento y la información y el rol que ocupa dentro de la sociedad se ve desvalorizado.
Tenemos en nuestras manos el gran desafío de educar a las nuevas generaciones, y esto implica adentrarnos en nuevos caminos que muchas veces debemos recorrer en soledad, con incertidumbres y sacrificios. Los nuevos recursos didácticos como la búsqueda en internet, el uso de la computadora, la cámara digital, una wiki, un blog, una webquest, etc. parecieran sumar un elemento de complejidad a la tarea cotidiana de enseñanza que, por otra parte, se trata de un esfuerzo  que bien vale la pena realizar. Este esfuerzo no apunta sólo a la incorporación de las nuevas tecnologías por sí mismas, sino a la transformación que haga el propio docente sobre sus propias prácticas pedagógicas para que se potencien mediante el uso inteligente y creativo de las tic´s.
Para concluir, transcribo un párrafo existente en los apuntes de la cátedra: “la potencialidad y valor de las tecnologías estará dado por el nivel de humanización al que hayamos llegado”.

                                                                                                        Analía V.Quiroga







Los docentes y el cambio



 

El sistema educativo y la tecnología se enfrentan por una cuestión de tiempos. En el sistema educativo, la lentitud y resistencia al cambio se torna un obstáculo a partir de la velocidad de las transformaciones tecnológicas y de la irrupción de las TIC en  la escuela. Esta diferencia de ritmos entre un sistema y otro (educativo- tecnológico) hace que la escuela tienda a rechazar  innovaciones que ya se incorporaron al resto de la sociedad y la hacen temblar desde su base.
Las instituciones educativas, en tanto entidades transformadoras, procesadoras y distribuidoras de conocimiento son el recurso fundamental con que cuentan las sociedades para minimizar la exclusión. La percepción del cambio y su rigidez organizativa  parecieran conspirar contra este propósito.
Los niños y niñas y adolescentes  de hoy viven  un ritmo de cambios vertiginosos, el cual siguen sin mayores problemas y que forma parte de su día a dia. El sistema educativo no tiene esa capacidad. Carece de la espontaneidad necesaria para acompañar las adquisiciones que hacen los alumnos cotidianamente.
La irrupción, por esto no deseada ni bienvenida, de la tecnología en el aula, genera conflictos en varios niveles.  La mayoría de los docentes, siguiendo al libro, organiza sus contenidos de manera secuencial, lineal y asincrónica. La escuela no admite, aunque la realidad se le resista, que una actividad distribuida, sincrónica y no lineal pueda generar aprendizaje.
 La tecnología en el aula provoca angustias y miedos en los docentes que prefieren decir, “no, nos sirve, no cumple con nuestros objetivos” antes que aceptar el desafío. 

Los docentes tienen que tener acceso, aprender a desenvolverse con tecnología igual que los alumnos. Necesitan capacitarse, lograr autonomía, poder crear y recrear. Ahí radica la base de su ingreso al mundo tecnológico y con ellos,de la tecnología a la escuela. Cuando conozcan la herramienta, podrán volcar todo su saber y hacer docente a cada momento de la clase. Por ahora, la mayoría esta inhibida por miedos y prejuicios, que le hacen hacer un diagnostico equivocado del escenario posible del aula, que debería ser mucho mas parecido a la vida real, si es que pretenden preparar a los alumnos para ella.
Siempre han existido buenos y malos maestros. En este momento de la historia habrá docentes que implementen de manera pésima las tics en el aula y otros que lo hagan de manera excelente, haciendo que los alumnos puedan desarrollar todo su potencial cognitivo y creativo.
En los dos extremos, habrá incorporación de la vida real al aula. Existirá la posibilidad de que un alumno se acerque a una realidad antes desconocida, conozca mejor las costumbres de su comunidad, o simplemente pueda leer y escribir la palabra que le interesa y que lo motiva Este conocimiento es genuino y nace del verdadero ser del alumno sin mediaciones escolarizadas (a partir de aquí comienza el momento del diálogo y la intervención del maestro).
Por primera vez esto iguala a las personas de todo el mundo. No pueden ser los educadores los que se opongan a esta revolución que ya cambió para siempre el rumbo de la humanidad.
Ma. Alejandra Parada